Con muy pocos elementos, Hugo e Inés van creando personajes con partes de su cuerpo. Con la manos, con el ombligo, con la rodilla, los pies… Nunca dejan de sorprender al público. Como si fueran arqueólogos de sí mismos, van descubriendo nuevos personajes enterrados en alguna remota parte del propio cuerpo. Estos personajes, soñando tal vez con un instante de protagonismo, irrumpen impetuosos con su propia alma y estilo. Sin olvidar sus clásicos personajes, como el músico callejero hecho con su rodilla, o el realizado con la barriga, Hugo e Inés nos deleitan con nuevos e inesperados títeres corporales.