“Somos enanos encaramados sobre los hombros de gigantes”, máxima iniciada supuestamente por Bernardo de Chartres en el siglo XII, se ha repetido por autores posteriores, de los que son buen ejemplo Isaac Newton en el siglo XVII o Peter Burke en el XXI. Si para Bernardo de Chartres eran dos los gigantes en los que encaramarse (autores paganos y autores cristianos), según han pasado los siglos la idea se ha ido utilizando de forma distinta, como sugirió Robert Merton en su famoso ensayo A hombros de gigantes, y ha evolucionado hasta interpretarse como advertencia a los problemas del mundo actual: "podemos convertirnos en gigantes de la información, pero también en enanos del conocimiento” (Peter Burke). La información sobre el mundo del Medievo es ingente en la actualidad, pero no va acorde con el conocimiento que de esta larga etapa de la Historia llega a ese público. Es “gigante” en la medida en que constantemente aparece en las artes y las letras contemporáneas, en novelas, películas, series, videojuegos…, pero es “enana” en lo que se refiere a su estudio. En la primera edición de "Enanos sobre gigantes" se examinó el panorama del conocimiento del mundo medieval en sus facetas académica y popular. En esta segunda edición se va a enfocar la presencia de la Edad Media plasmada en la cultura popular y en particular en los medios de comunicación de masas. El interés por la Edad Media ha sido cíclico y si el Romanticismo miró a ese tiempo para encontrar inspiración, en el momento actual, de valores bien distintos, también hay gran interés por la Edad Media, ¿una simple instrumentalización del pasado que legitima posiciones contemporáneas?