La exposición está formada por un conjunto de grabados y dibujos realizados en el año 2021. En el contexto del trabajo de José Pedro Croft, se trata de una serie que supone un paso adelante en relación a los trabajos procesuales de la última década. Ahora la utilización del recorte, el collage y la asimetría en las proporciones tanto del papel como del soporte, supone una vuelta de tuerca que hace un punto más compleja la relación entre geometría y desorden que caracteriza toda su práctica. Los grabados de grandes dimensiones están elaborados mediante varias planchas y sucesivas estampaciones con giros y desplazamientos que se recomponen en un collage dinámico. Cada grabado está formado por hasta cinco papeles distintos ensamblados en collage, algo radicalmente novedoso en el campo gráfico. Al igual que en los trabajos escultóricos, la imagen se completa con los espacios vacios de los papeles recortados. En contraposición, los grabados de formato pequeño son el resultado de la acción directa sobre la plancha y aparecen como golpes de color sobre papeles irregulares. El conjunto pone en evidencia la relación del trabajo gráfico de Croft con sus esculturas con las que comparten conceptos como el pliegue, el desdoblamiento, la expansión del marco y la inestabilidad de la percepción que nos obliga a movernos alrededor de la obra para volver a mirar una y otra vez.