“Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su modo”. La frase memorable de Tolstói es sólo uno de los muchos escollos a los que se enfrenta quien narra la familia. Investigar y rescatar la biografía de los padres, los abuelos, los ancestros, la pareja, y cualquier otra persona que represente un papel en el álbum familiar, pasa por romper silencios, adentrarse en contextos que sacan a la luz su singularidad y, de alguna manera, trazar una autobiografía al tiempo que se retrata a los otros. Reconocerse en maneras de ser y de actuar de los demás, reelaborar el relato, individual y colectivo, rescatar la memoria y explorar el pasado sin perder de vista la posibilidad de nuevas ideas sobre la familia y los afectos son tareas individuales que de alguna forma todos llevamos a cabo, pero ¿qué formas son esas?