Los centinelas de palacio (dos a pie y dos a caballo) vestidos con uniformes de gala –azul, blanco y rojo– similares a los que el ejército español utilizaba en tiempos de Alfonso XIII, realizan un relevo cada 30 minutos, acompañados por un pífano (flautín de tono muy agudo usado en las bandas militares) y un tambor que interpretan marchas militares, siguiendo las órdenes y voces reglamentarias. Además, cada 10 minutos y no coincidiendo con el relevo de los centinelas a pie, los centinelas a caballo se desplazan por delante de la fachada.