De formación clásica pero manteniendo proyección al futuro, la música de la danesa Agnes Obel y la del norteamericano John Grant tienen muchos puntos en común. Ambos empezaron componiendo ante el piano, ambos desafían a las convenciones y ambos son producto del desarraigo, la primera desde su base de operaciones en Berlín y el segundo desde su estudio y casa en Reykjavik. Agnes Obel, cuya madre era una pianista que gustaba de interpretar a Bartók y Chopin, participó como actriz en películas de Thomas Vinterberg, preludiando su brillante trabajo como compositora de bandas sonoras para series y films, y facturó cuatro discos de estudio absolutamente primorosos. Myopia (2020) es su último capítulo. Igual de sólido ha sido el trayecto de John Grant, que le llevó de su faceta como cantautor folk rock al frente de The Czars hasta su actual lugar de preeminencia como trovador electrónico, reafirmado por discos como Queen of Denmark (2010), Pale Green Ghosts (2013) o Love is Magic (2016). Ambos conforman un programa doble rebosante de sensibilidad y talento.