Juntar en una misma película a Panos Cosmatos, uno de los cineastas más imaginativos del cine actual, con Nicolas Cage ha sido sin duda uno de los grandes aciertos en el cine de género. El resultado de esta excéntrica suma es Mandy, una película que reformula el cine de venganzas, en un ambiente de terror setentero, colores saturados, estética heavy metal y sierras mecánicas. La obra obtuvo el premio al mejor director en el Festival de Sitges.