Desde tiempos inmemoriales se han narrado los cuentos de hadas a la luz de la lumbre tanto en las humildes chozas y en las grandes mansiones. Para los adultos y los niños, elegido de forma adecuada para su edad, los cuentos de hadas son un alimento muy especial para el alma. A través del lenguaje imaginativo y simbólico aportan contenidos muy profundos al ser humano que como semillas escondidas en el fondo de nuestra alma pueden llegar a jugar un papel sumamente importante en nuestra vida posterior de adulto. La expresión simbólica en imágenes de los cuentos es el lenguaje del alma, el mismo que se expresa en las leyendas, parábolas y en los sueños. Estas imágenes arquetípicas nos traen imágenes del mundo espiritual con el poder y la capacidad para sanar nuestra alma.