Estamos en un teatro de Broadway a mediados de los años 70. El espectáculo empieza en medio de una audición para una nueva producción musical. El director, Zach, y su asistente, Larry, ponen a prueba a los candidatos. Diecisiete de ellos disputan la ronda eliminatoria: Mike, Bobby, Sheila, Bebe, Maggie, Kristine, Al, Mark, Connie, Diana, Don, Judy, Richie, Greg, Cassie, Val y Paul. Pero aún queda lo más difícil: Zach busca un coro potente formado por cuatro chicos y cuatro chicas, y antes de tomar la decisión final quiere saber más sobre los candidatos. Así pues, les pide que se presenten y hablen sobre sí mismos. Con cierta reticencia, todos acabarán hablando sobre su pasado. A través de los números musicales iremos conociendo sus sueños y secretos mejor guardados, hasta llegar al número culminante, One, donde las personalidad individuales de los bailarines se fundirán en una identidad nueva y colectiva, la del Coro, constituyendo una compañía que no parece tener fin. Una excepción: en España se “añadirá” un personaje que en Broadway existía, de forma omnipresente, pero no física. El director del casting, un estricto coreógrafo a la búsqueda de bailarines. Personaje al que pusimos cara en la versión cinematográfica (Michael Douglas), y que en España será interpretado por Antonio Banderas.